Probó el sabor del triunfo y ahora va por más

Alejandro Díaz lucía nervioso minutos antes del primer combate de su vida.

Era la noche de boxeo en el Harrison Park de Pilsen, y la improvisada arena lucía llena.

Con sólo 15 años de edad y tres meses de entrenamiento, Alejandro fue sorprendido por un severo ataque de su rival Andy García en el primer asalto de la pelea por las 116 libras.

Sin embargo, el novato quinceañero se repuso y acabó ganando los dos siguientes asaltos y los jueces le dieron el triunfo por decisión unánime.

A tan corta edad y alejado de otros deportes, Alejandro se siente cómodo en el boxeo.

“Me gusta estar en el centro del ring y sentir la adrenalina”, respondió el ganador del quinto combate de la noche y con el trofeo en la mano sin querer prestarlo a nadie para que lo miren.

¿Qué es lo que sigue ahora? “Me siento muy bien y ya quiero regresar otra vez”.

Tras la pregunta si en algún momento sintió temor, el joven boxeador declaró: “Nunca pensé en perder, aunque fue trabajosa la pelea, y muy bueno para pelear mi rival pero pude salir bien”.

Y sobre lo que quiere estudiar, Alejandro, aún con el sabor del triunfo en la boca, se mostró más entusiasmado en continuar entrenando y buscar más peleas. “¿Estudiar? Ahorita no sé, nada más quiero ser boxeador”, dijo.

La historia de Alejandro como boxeador comenzó cuando su mamá, Elvia Díaz, lo llevó al gimnasio y le permitió entrenar.

“A ella no le gusta pero logré convencerla”, cuenta emocionado.

La señora Díaz no pudo asistir al debut de su hijo porque estaba trabajando pero Alejandro le iba a regalar el trofeo que recibió y no se aguantaba las ganas para llamarla por teléfono.

Alejandro estuvo acompañado de su entrenador Genaro Hernández, del gimnasio Sam Colonna Boxing.

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Noche de Boxeo

En total hubieron 12 combates en la ya conocida Noche de Boxeo en Pilsen, que ocurre una vez al año a fines de agosto en el barrio latino de Chicago.