Peoples Gas, bajo la lupa

En alguna columna previa, comentaba el desastre que ha resultado el proyecto de renovación de las tuberías de gas de Chicago emprendido hace tiempo por Peoples Gas – el principal proveedor de calefacción y gas natural de la ciudad – y que, en vez de avanzar, sigue paralizado a un altísimo costo para el consumidor y sin la transparencia que es necesaria en un operador de servicio público.

El asunto ha sido examinado por las autoridades estatales, tanto a nivel de la Comisión de Comercio como de la Procuraduría General que ha exigido, entre otras cosas, que se haga pública la auditoría que detalla la ineficiencia y – agregaría yo – irresponsable codicia de Peoples Gas en el manejo de esta operación.

A la lupa estatal, ahora se suma la municipal. En días pasados el concejal Brendan Reilly, del Distrito 42, introdujo una resolución en el Concilio exigiendo una investigación de la Ciudad. No nada más es él. Un total de 40 concejales – de los 50 que tiene Chicago – firmaron la resolución que actualmente se encuentra en manos del Comité de Finanzas.

Reilly es muy claro en los motivos que lo llevan a exigir una investigación municipal: en este momento el costo de reemplazar las viejas tuberías de gas de Chicago asciende ya a $8,000 millones, el cuádruple del estimado inicial. Pagar ese costo significaría, para el consumidor, una “cantidad incosteable”, según la resolución introducida por Reilly.

Hasta ahora, Peoples Gas ha impuesto sobre sus consumidores aumentos de tarifas por casi $200 millones, básicamente para pagar un programa ineficiente y que no está ni siquiera a la vista de una fecha final para completar la modernización de la red de tuberías.

Reilly se apoya en declaraciones hechas por la Procuradora General del Estado, Lisa Madigan, quien ha calificado el asunto como “un absoluto desastre” para exigir la investigación. Reilly, en pocas palabras, quiere saber lo que todo consumidor también quisiera saber: si tanto dinero se ha pagado, en especial de los bolsillos del residente de Chicago, ¿a dónde ha ido a parar, y cómo es que no hay fecha ni modo de terminar ese proyecto de manera satisfactoria?

Hay más: desde 2011, Peoples Gas ha recibido 67 citatorios de la Ciudad por violaciones a ordenanzas municipales relativas al problema de las tuberías. Sesenta y siete. Reilly subraya que extrabajadores de Peoples Gas que se han acogido al anonimato han declarado a investigadores estatales que el programa de reemplazo de tuberías “ha estado plagado por el clientelismo y el amiguismo, y que Peoples Gas se ha dedicado a engordar las billeteras de ciertos contratistas”.

Reilly, y los otros 39 concejales que firmaron la resolución, están en lo correcto: es hora que Peoples Gas se someta a la inspección pública y que los consumidores de Chicago hagan oír su voz. Falta nada más ponerle fecha a las audiencias que convoque el cabildo.

En esta nota

Chicago people-gas

Recibe gratis todas las noticias en tu correo

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias! Ya estás suscrito a nuestro newsletter

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain